Antes de que se pusieran de moda las barberías y toda esta "cultura del barbudo" se convirtiera en una moda exagerada, apenas bastaba un poco de espuma, una buena navaja y una barba descuidada dispuesta a reivindicarse para transformarse en un símbolo de hombría, fuerza o respeto. Bueno, quizá no hace mucho tiempo que esto "dejó de existir", no obstante, si somos observadores, en un par de años estos negocios también pasarán de moda y le darán su lugar a cualquier otro capricho del fashion masculino.

Lo cierto es que los fans de las barbas simplemente no van a abandonarlas tan fácilmente y quienes se apegaron a un estilo de vida en que el barbero lo hacía todo por ellos tendrán que aprender a cortar sus propios vellos. Como ya lo hemos visto en otros artículos, arreglar una barba no se trata sólo de pasar sobre ella las tijeras o la navaja más afilada; antes si quiera de iniciar a cortar hay que preparar la piel y el pelo para que todo fluya y otorgue resultados perfectos. Sin embargo, cuando para el rasurado sólo hay poco tiempo, lo mejor es recurrir a procedimientos más amigables con la piel y al mismo tiempo mucho más rápidos.

Gracias a la mecanización de las máquinas para rasurar, puedes tener un afeitado excelente en un par de minutos; aunque, como todo utensilio dentro de una barbería, las rasuradoras tienen sus propias reglas que debes seguir para que tu barba, a pesar de ser un procedimiento sencillo, no sufra las consecuencias de un mal rasurado.

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Aprende a distinguir el modelo de la rasuradora

Si quieres un rasurado moderado, puedes comprar máquinas de cuchillas circulares que "acarician" el vello. Aunque si buscas un resultado mucho más al ras, puedes probar con las de cuchillas vibradoras, que debido a su diseño, hacen un trabajo mucho más preciso.

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Deja la humedad y el lubricado para las navajas

La mejor y única manera en que puedes utilizar tu rasuradora es dejando la barba completamente seca. Además de que esto ayuda a que las cuchillas hagan un corte uniforme, la piel seca evita que los poros se abran y en lugar de recortar termines por arrancar tu barba.

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Rasura a contrapelo

A diferencia de las navajas, las rasuradoras necesitan ser usadas a contrapelo para que en realidad hagan su trabajo y no sólo una especie de degrafilado al sólo peinar o acariciar el vello con las cuchillas.

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Cómo usar los aumentos

Conoce tu barba, en qué sitios crece más vello y cómo es que tienes que cortarla para que luzca bien sobre tu rostro. A medida que se acerque a las patillas ésta puede ir disminuyendo su calibre para que todo el volumen del vello se concentre en la parte frontal de tu cara, pues es común que el cabello de las patillas se mezcle con el de la barba dando a los costados una apariencia sucia o descuidada.

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Peina y vuelve a rasurar

Después de haber pasado la máquina por toda tu barba y estar satisfecho con el resultado, vuelve a pasarla usando los mismos aumentos sólo para cortar el exceso de vello que haya quedado en la primera rasurada.

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Utiliza aftershave

Aunque este rasurado no es tan agresivo con tu piel como el que se hace con navajas. Sin embargo, el roce constante de las cuchillas sobre tu piel causa una leve irritación que puede calmarse con loción o un bálsamo que sea amable con tu piel.

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Comprendiendo y dominando estos seis pasos, cualquier hombre estará preparado para el terrible día en que las "barberías tradicionales" dejen de existir, pues en su hogar, dentro de un cajón, estará guardada la herramienta dorada que ha rasurado a generaciones enteras sin haber causado ningún accidente.