Las nuevas tendencias en el afeitado han puesto de moda la cuchilla e incluso la navaja, reduciendo la presencia de las afeitadoras eléctricas; sin embargo, estas son una opción con ventajas que no ofrece ninguna otra y, para algunos usuarios, la mejor solución, porque no cortan la piel y producen una irritación leve.
Pero su uso tiene particularidades que hay que conocer para sacarles el máximo provecho. Las ocho recomendaciones que siguen ayudarán a cualquier hombre a lucir un rostro limpio, suave y, además, relajado.
Máquina eléctrica para afeitarse iStockphoto
1. Paciencia
Si nunca ha usado una afeitadora, no crea que porque lleva motor todo va a ir más rápido y va a ser más fácil desde el principio. ¿Recuerda las primeras veces que usó una cuchilla?, ¿verdad que no fue fácil y tardó en conseguir resultados óptimos y continuados? El afeitado mecánico tiene ventajas, pero también hay que descubrirlas con tiempo y calma, y a la vez aprenderá a ver su rostro de otra manera.
2. Estrene
No es un consejo consumista: un aparato de segunda mano tendrá los elementos de corte gastados y no proporcionará la experiencia correcta a un novato. Si no va a estrenarlo, al menos asegúrese de poner cuchillas y láminas nuevas, o cabezales según el modelo de máquina que escoja o herede, y de que esté perfectamente limpio de pelo, polvo y aceites o geles.
3. Conózcase a sí mismo
Imposible resistirse a la frase clásica. En este caso se trata de explorar el rostro y la dirección en que crece el vello: lo habitual es que el pelo crezca hacia abajo en bigote, mejillas, labio inferior y papada, y hacia el exterior en las comisuras y en el cuello, aunque en esta última zona también puede hacerlo hacia arriba. Pero cada piel es distinta. Es crucial recorrerla bien con la mano, ya que el afeitado eléctrico, a diferencia de a cuchilla, se hace a contrapelo, para atraparlo con más facilidad.
El paradigma del afeitado eléctrico exige un rostro seco y un vello en estado natural
4. En seco es en seco
Vale que hay afeitadoras eléctricas que se pueden usar en húmedo, con geles de afeitar y espumas, y ofrecen sistemas interesantes. Pero el paradigma del afeitado eléctrico exige un rostro seco y un vello en estado natural, no reblandecido por la humedad o pegado a la piel. Así que la norma es afeitarse antes de la ducha.
Cuando la piel es muy sensible o muy grasa ayuda utilizar productos para prepararla: en un caso, para protegerla de la inevitable fricción; en el otro, para ‘secar’ la epidermis con algún específico con alcohol, pero con la precaución de aplicar un ‘aftershave’ nada más acabar.
5. A contrapelo, pero con suavidad
Ni rápido ni fuerte: su máquina está pensada para hacer un trabajo, y no lo hará mejor porque usted la mueva más deprisa o apriete más; antes al contrario: si corre, le costará más agarrar el pelo, y si presiona, lo aplastará sin dejarlo entrar en los huecos que deben atraparlo, y encima irritará su piel. Es mejor pasar suavemente varias veces, usando la mano que no empuña la máquina para mantener tirante la epidermis, de manera que el pelo sobresalga todo lo posible.
6. Frecuencia es eficacia
Aunque las máquinas eléctricas de gama alta tienen sistemas que les permiten adaptarse a la longitud y el grosor del vello, en general todas funcionan mejor con un uso frecuente, ya que el pelo largo y fino es más difícil de atrapar y más propenso a provocar tirones. Afeitarse cada día, o cada dos si la barba crece poco, mejorará la experiencia.
Es importante hacer una limpieza manual a fondo cada cierto tiempo
7. Use ‘aftershave’
El afeitado eléctrico no provoca cortes en la piel; aun así, el roce repetido de la lámina o los cabezales causa cierta irritación, y si encima se ha utilizado algún agente agresivo para preparar la barba, aún será más conveniente aplicar una loción o bálsamo que hidrate y calme la epidermis.
8. La máquina, siempre limpia
Después de cada uso hay que limpiar la máquina de afeitar, para que los motores y los elementos de corte mantengan su eficacia. Especialmente, si se emplea productos para preparar la barba, hay que poner cuidado en eliminarlos. Cada modelo tiene su truco, y es muy importante leer las instrucciones para no hacer un uso indebido. Algunos incorporan estaciones de carga y limpieza que facilitan estos trámites. Aun así, es importante hacer una limpieza manual a fondo cada cierto tiempo que incluya lubricación de los elementos metálicos.
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