Todos tenemos en casa un secador de pelo y seguramente pensemos en él como un objeto que realiza una función concreta. En muchos hogares incluso está plegado a la pared del baño. En su uso básico resulta un instrumento muy versátil -seca rápidamente, riza, da volumen o alisa-, pero además de todo eso, el secador es un aparato capaz de realizar múltiples funciones domésticas.
Más allá de su uso básico, el secador es un multiusos del hogar que resulta especialmente útil en situaciones de emergencia gracias al aire caliente que emite. Estos son algunos de los trucos en los te puede sacar de un apuro:
- Plancha las camisas:
Si no tienes pericia o paciencia para quitar las arrugas de la ropa, el secador te dará una solución y te ahorrará tiempo. Prueba a aplicar agua con spray sobre la prenda y después pasa por encima el secador.
- Aspira pequeñas zonas:
En espacios pequeños recargados de objetos, como el escritorio o las estanterías de la habitación, puede resultar más conveniente pasar el secador para desplazar el polvo y después limpiar el suelo que mover todos los objetos para pasar un paño. Sucede lo mismo con algunos objetos difíciles, como el teclado del ordenador (en este caso será mejor emplear la opción de aire frío).
- Quita las pegatinas:
En vez de rascar y dejar huella, con el secador podrás aflojar el pegamento en pegatinas, etiquetas de fábrica o calcomanías colocadas sobre paredes, mesas u otras superficies. Algo similar sucede con las tiritas de la piel, que pueden ser levantadas sin causar dolor.
- Limpia dibujos o rayones en las paredes:
Si no podemos controlar a nuestros niños, una solución eficaz para eliminar sus huellas es pasar el secador y después frotar con toallitas húmedas por la superficie que hayan utilizado como mural.
- Reajusta las gafas:
Si se te ha torcido una patilla, puedes calentarla y moldearla para que vuelva a su posición original. El secador provocará que la patilla se ablande.
- Elimina las marcas de cera de la vela:
La cera que cae en el suelo puede provocar dolores de cabeza. Si pretendemos limpiarla rascando, podemos dañar la superficie. Una manera más limpia y eficaz es pasar el secador y levantar de una vez toda la masa.
- Desempaña el espejo:
Aunque solo sirva como truco pasajero, con el secador podrás eliminar el vapor que se acumula en el cristal tras una ducha. No es la mejor manera de limpiar, pero para ese momento concreto es mejor solución que frotar con la mano.
- Recurso para la cocina:
Tanto para dar el toque definitivo a una tarta o cupcake -con su potencia más baja, el secador es capaz de dar una apariencia lisa y brillante al glaseado- como para ayudar a que los pasteles se separen del molde en que fueron horneados.
- Seca tus zapatos:
Un recurso eficaz para los días en los que la lluvia te pilla por sorpresa y te empapa por completo. Si no puedes ponerlos al sol, utilizar el secador es la alternativa ideal.
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